RCP
La RCP es la reanimación cardiopulmonar. Es una técnica que ayuda a salvar muchas vidas en casos de emergencia.
Y es que cada minuto que el paciente esté en parada cardiorrespiratoria, sin que se le realicen maniobras de reanimación, la probabilidad de que sobreviva se reduce un 10%.
Por eso, en muchos casos, es preferible a realizar las maniobras con conocimientos limitados que no hacer nada, ya que los primeros minutos en atragantamientos o paradas respiratorias son muy importantes.
Pasos a seguir antes de una RCP
Es importante tener en cuenta algunos aspectos antes de comenzar con maniobras de rcp.
¿Estáis tú y la persona en un sitio seguro que te permita realizar la maniobra correctamente?

¿La persona se encuentra consciente? Para asegurarte de que está inconsciente, golpéale levemente en el brazo y pregúntale en voz alta si se encuentra bien.

Si está inconsciente debes apartar la frente de manera que levante la cabeza y comprobar si respira.



Cómo hacer una RCP
Lo que hemos comentado son los pasos previos para comenzar a hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar. Una vez que el entorno te permita hacerlo sin peligro alguno debes:
Colocar el talón de una de tus manos en la parte central del pecho, entre ambos pezones de la persona, colocar el talón de la otra mano encima y entrelazar los dedos.

Nos ponemos de rodilla de manera que nuestros hombros estén en paralelo con los de la persona a la que estemos realizando la reanimación.

En el caso de que no tengamos experiencia, como se ha comentado anteriormente mantener un ritmo de compresiones de 100 a 120 por minuto. Si se tiene experiencia, se recomienda realizar 30 compresiones torácicas y realizar el boca a boca.
Lo que hemos comentado son los pasos previos para comenzar a hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar. Una vez que el entorno te permita hacerlo sin peligro alguno debes:
Colocar el talón de una de tus manos en la parte central del pecho, entre ambos pezones de la persona, colocar el talón de la otra mano encima y entrelazar los dedos.

Nos ponemos de rodilla de manera que nuestros hombros estén en paralelo con los de la persona a la que estemos realizando la reanimación.

En el caso de que no tengamos experiencia, como se ha comentado anteriormente mantener un ritmo de compresiones de 100 a 120 por minuto. Si se tiene experiencia, se recomienda realizar 30 compresiones torácicas y realizar el boca a boca.



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